En estos meses de las
“vacaciones” se ofrecen un conjunto de servicios educativos por parte de
“academias preuniversitarias” -a granel, para escoger- a fin de “asegurar” que
la ilusión de muchos jóvenes se haga realidad de ingresar a una institución
superior sea tecnológica, pedagógica o universitaria.
En este contexto, cientos de
miles de jóvenes que concluyeron sus estudios secundarios, en su generalidad
sin una claridad o solidez de su vocación profesional aspiran a postular a
alguna carrera técnica o profesional para ir probando la “suerte” de ingresar.
Si lo hacen, a buena hora, pero la otra odisea inicia muchas veces ya siendo
estudiante y se ven en una realidad frustrante: Uno porque no le es de su
satisfacción la carrera elegida, la baja calidad educativa ofertada por la
institución, situación económica no expectante en perspectiva, retraso en el
avance de sus estudios sea por huelgas reiteradas, tomas de locales; etc.
En esta orden de cosas, ¿cuál es
el rol de las instituciones superiores?, del ¿Gobierno Regional?, del ¿Sector
educación en su conjunto? Creo que lo primero, es que las instancias aludidas
de modo conjunto y articulado debieran promover un estudio profesiográfico para
determinar la real relación de la demanda y oferta. Por citar, en el sector
educación, las instituciones, están ofreciendo carreras que por el momento no
tienen consistencia ante la demanda educativa, y aquí hay una seria
responsabilidad de quienes toman la decisión al respecto.
Publicado en Diario el Correo
No hay comentarios:
Publicar un comentario