Una de las funciones de las
instancias de gestión educativa descentralizada (IGED) es la supervisión,
monitoreo y acompañamiento pedagógico; entendiéndose que la supervisión
pedagógica es un proceso técnico de orientación y asesoramiento sistémico para
optimizar las actividades pedagógicas centrado en el mejoramiento continuo de
los procesos de enseñanza-aprendizaje, desempeño docente y ofrecimiento de la
oportuna y consistente información para la toma de decisiones pertinentes;
mientras el monitoreo pedagógico es el proceso de recojo y análisis de
información de los procesos y productos pedagógicos para la adecuada toma de
decisiones, haciendo seguimiento a los indicadores que permiten comprobar la
calidad y el logro del nivel de los insumos, procesos y productos esperados.
Por último, el acompañamiento pedagógico es un proceso sistemático de
asistencia técnica o asesoramiento permanente al personal docente, directivo en
asuntos relevantes a su práctica para la mejora de la gestión pedagógica.
Sobre el nivel de efectividad del cumplimiento de estas funciones de parte
de las IGED, existen estudios como de la Defensoría del Pueblo, Vegas, Valdivia
& Díaz, Proyecto MI EDUCA,… quienes señalan que las acciones de
supervisión, monitoreo y acompañamiento
pedagógico es deficiente, crítica, insuficiente, no sistémica, inoportuna;
constituyéndose como un factor negativo asociado a los bajos niveles educativos. Por tanto,
urge reformar integralmente a las IGED para optimizar el cumplimiento de sus
roles y funciones para garantizar una educación integral y pertinente.
Publicado en el Diario el Correro
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