En la matriz, se priorizan solo tres procesos: gestión de desarrollo magisterial, gestión de materiales y recursos educativos, y gestión de mantenimiento de infraestructura educativa; para el efecto considera fases de producción; política, planeamiento, financiamiento, ejecución, monitoreo y evaluación.
Según esta lógica, se espera que las intervenciones de los niveles de gobierno en asuntos educativos conlleven a la optimización del tiempo, recursos y capacidades así como acciones coordinadas y articuladas para la mejora de la calidad del sistema educativo.
En este contexto, además se requiere definir roles y funciones tanto de la DREA como de las UGEL principalmente en la gestión de los procesos pedagógicos.
Para garantizar la implementación, monitoreo y evaluación de los procesos definidos en la matriz, requiere contar con un equipo profesional sólido de especialistas y directivos de las IGED, liderazgo del GRA- GL, y directores probos de las IIEE respaldados con las condiciones básicas de educabilidad y laborales.
Desde la sociedad civil, lo que corresponde es vigilar y hacer seguimiento para su cabal implementación por parte del Estado.
Cabe precisar, hay una perspectiva muy centralista respecto a la formación docente, especialmente en su fase inicial. De allí, la tendencia es dejar la formación inicial en manos privadas (Espero estar equivocado).
Publicado en Diario el Correo.
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