Según la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública, las personas (ciudadanos) deben ser el principio y fin de toda la actividad del Estado, todos sus servicios o intervenciones deben concebirse como expresiones de derechos de los ciudadanos, un Estado moderno orientado a las personas asigna sus recursos, diseña sus procesos y define sus productos y resultados en función de las necesidades de los ciudadanos.
La pregunta es ¿Cómo y en qué nivel está la implementación de estas políticas públicas, especialmente en el sector educación?. Una de la formas de asegurar la implementación de estas políticas, lo constituyen los procesos de monitoreo y seguimiento.
Cabe precisar que, de acuerdo a diversas fuentes revisadas, el monitoreo es un proceso de recolección de datos que se desarrolla de manera sistemática en diferentes momentos del desarrollo de un proceso, fase, etapa, etc. Los datos e información que proporciona el monitoreo permite el desarrollo de las acciones de seguimiento. Entiéndase el seguimiento es un proceso de análisis de la información proporcionada por la supervisión y monitoreo que permitirá continuar el camino iniciado, a ajustar, o a rectificar totalmente.
Por las consideraciones, en las distintas instancias de gestión educativa descentralizada tiene que prestarse la debida importancia a los procesos de monitoreo, acompañamiento para establecer la asistencia técnica oportuna y pertinente, y así garantizar el cumplimiento de los propósitos educativos, reflejados en los logros de aprendizaje con equidad y calidad de nuestros niños y niñas de la Región, en el marco de una educación como derecho.
Publicado en Diario el Correo
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