En uno de los comentarios señalaba que, el enfoque de género permite conocer, describir y explicar las causas y consecuencias que producen las desigualdades, inequidades o asimetrías entre hombres y mujeres; a la vez, conlleva a formular medidas, diseñar e implementar políticas públicas, adoptar mecanismos, estrategias, normas que favorezcan cerrar o eliminar las brechas sociales de género. En tal sentido, constituye una herramienta descriptiva, analítica y política, orientada a visibilizar los roles y funciones que desempeñan, así como las relaciones de poder entre hombres y las mujeres en una determinada sociedad, y está orientado a generar la igualdad de oportunidades e igualdad de género.
Sin embargo, algunos sectores de la sociedad, con argumentos distorsionados, se “oponen” a que la perspectiva de género de trabaje en las escuelas. ¿Cuál es el interés?, ¿A quiénes conviene el statu quo de las brechas entre hombres y mujeres?, ¿Podemos pretender construir una sociedad justa equitativa, si por medio no superamos acciones de discriminación e inequidad entre hombre y mujeres?.
Es evidente, que tanto en las escuelas, familias y sociedad en general aceptamos todavía algo “natural” que las niñas sean consideradas “inferior” a los niños, con pocas posibilidades de participación o protagonismo, y limitado ejercicio pleno de su ciudadanía, entre otros.
Por tanto, más allá de los apasionamientos y dogmas, la realidad exige diseñar, implementar políticas orientadas a cerrar las brechas que generan las inequidades, exclusiones, discriminación entre hombres y mujeres.
Publicado en Diario el Correo
No hay comentarios:
Publicar un comentario