Es indiscutible que la educación es un derecho humano, además de
constituirse en un factor clave del desarrollo y progreso personal y colectivo.
En este marco, el Estado peruano es el garante de este derecho (obligado) y es
responsabilidad de la sociedad civil, la academia, la familia, comunidad,
empresas, entre otros - la educación es tarea de todos-. “Los Estados Partes tienen obligaciones inmediatas
respecto del derecho a la educación, como la ‘garantía' del ejercicio de los
derechos... sin discriminación alguna” ...”. (Observación general No. 13,
Comité DESC)
Empero, en este contexto, el profesorado tiene una función central en la
formación integral del estudiantado; puesto que son responsables de incidir,
promover, apoyar, orientar el proceso de aprendizaje de la niñez, adolescencia
día a día.
En consideración de los enunciados, ¿por qué irrogarse que la escuela debe
centrarse solo en la enseñanza y aprendizaje de una religión hegemónica?,
además, si en los documentos oficiales del sector se propone educar en la y
para la diversidad ¿por qué la escuela continúa reproduciendo una cultura
monocultural y homogeneizante básicamente occidental?
Por lo señalado, es un imperativo que en lugar de únicamente centrarse e
impartir una religión, la escuela debe desarrollar la espiritualidad
(trascendente) que implica desarrollo de pensamientos filosóficos -axiología,
ética, principios, valores, cosmovisiones- “la espiritualidad …. gestan
los cambios verdaderos y profundos en el ser humano”. Gallegos (2001).
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