Los materiales educativos, se clasifican basados en: a) el canal de
percepción (visuales, auditivos, audiovisuales); b) las experiencias de
aprendizaje –“cono de Experiencias de Edgar Dale”; c) la función que desempeñan los materiales en
el proceso de enseñanza y aprendizaje; a su vez se dividen en: materiales que complementan
la acción directa del profesorado; y, materiales que suplen su intervención
directa.
Por otro lado, se identifican modalidades del servicio educativo: a) presencial,
con acción directa del maestro o maestra-; b) a distancia-virtual, con acción directa
de los medios y materiales o recursos de las TICs en sus diversos formatos,
diseñados y mediados por los educadores; y c) la semipresencial, una modalidad
mixta entre la presencial y a distancia o virtual.
Asimismo, las exigencias al profesorado para el Siglo XXI, es el desarrollo
de las competencias digitales, consistentes en “apropiación de las
tecnologías digitales y manejo de información” (proyecto ATC21s) para
mejorar el desempeño y contribuir al logro de aprendizajes autónomos y para la
vida.
Contrastando la actual situación crítica de la salud poblacional con lo
descrito líneas arriba, la implementación de la modalidad de educación a
distancia cobra especial interés para nosotros en el marco de la función
pedagógica “organizado en cuatro aspectos: planificador y organizador,
seguimiento del nivel de actividad, facilitador y dinamizador del aprendizaje y
evaluación de las actividades” PerúEduca (2020). Esto demuestra, el rol del
maestro es vital en cualquier modalidad, el resto es ¿cómo asumimos?
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