La humanidad está marcada por un conjunto de hitos; desde el descubrimiento
del fuego, la agricultura, formas comunicativas (lenguaje). En ese trance,
encontramos, el invento de la imprenta, las máquinas de escribir, así como el
desarrollo de otros mecanismos para el procesamiento de datos, desde el ábaco
(aprox. 5000 a. de C), los huesos de Napier, la regla de cálculo de Oughtre, la
calculadora de Pascal (pascalina), el telar de Jacquard, máquina diferencial y
analítica de Babbage; y en caso peruano, la yupana, el kipu (instrumentos
matemáticos incas).
Así fue sucediéndose el surgimiento de dispositivos (generaciones) cada vez
más sofisticados para procesar datos de modo automático, como las primeras
computadoras (dinosaurios): Mark I, las ENIAC, la IBM 1401; cada uno con
diferentes características en tamaño, velocidad, capacidad de procesamiento y
almacenamiento de datos. En este trayecto, se llega a la cuarta generación de
computadoras que incorpora innovaciones significativas, como los
microprocesadores, mecanismos de almacenamiento externo, de entrada y salida, de
menor tamaño (microcomputadoras), bajos costos, mayor capacidad y velocidad en
el procesamiento, etc. (Lipschutz; 1984)
En la actualidad existe una gama de computadoras (PCs, laptos, tablets,
etc.); que a comparación de sus antecesoras son versátiles, económicas, alta
capacidad y velocidad para procesar y almacenar datos, sofisticados mecanismos
externos (memorias), dispositivos de entrada y salida; masificándose su uso en
diferentes campos de la actividad humana; especialmente en la educación.
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